“Tengo pacientes agotados por los aperitivos”: ¿cómo superar la difícil vuelta al trabajo tras las vacaciones?

Lunes, 1 de septiembre. Con los ojos pegados a la pantalla del ordenador, las nalgas hundidas en la silla de la oficina. Afuera, llueve. Para quienes tienen la suerte de ir de vacaciones, la vuelta al trabajo deja, como cada año, un regusto ligeramente amargo. En tan solo unos días, los beneficios de las vacaciones de verano —descanso, motivación, energía— se evaporan, agotados por el estrés y la sobrecarga mental. La única luz al final del túnel: las próximas vacaciones, cuya fecha es incierta. Para evitar sufrir durante este periodo, Libération ofrece algunos consejos para prolongar la sensación de bienestar que se obtiene durante las vacaciones.
Es normal sentirse un poco deprimido porque hay que superar un duelo: el de una época de gran libertad donde todo vuelve a ser posible. Para Patrick Amar, director ejecutivo de Axis Mundi, empresa especializada en salud y rendimiento laboral, no tiene sentido sentirse culpable. Si la fatiga se siente tan rápido al volver de vacaciones, es porque la omnipotencia de las vacaciones se ve reemplazada enseguida por un entorno de mayores restricciones, con problemas que habíamos pospuesto y que esperábamos vagamente que desaparecieran por sí solos, como los impuestos, el jefe, la vuelta a clases, etc.
Vincent Trybou, psicoterapeuta en París, coincide: «El estrés de volver al trabajo es inherente: entre el transporte, el gerente, los clientes... Enseguida volvemos al ritmo». Excepto que «el cerebro...
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